Noticias:

Los pepinos están al alza, otra prueba de que España saldrá pronto de la crisis.

Menú Principal

[VII CRAC] Arena

Iniciado por Calabria, 08 de Octubre de 2011, 12:28

0 Miembros y 1 Visitante están viendo este tema.

Der Metzgermeister

Cita de: Deke en 26 de Octubre de 2011, 05:37Fábula de las diez velas

está limitado por el uso de un lenguaje que simula la narración de una anécdota y su vocabulario deliberadamente infantil. [...]; le falta un marco. ¿Cuánto tiempo ha pasado en el momento de recordar los hechos? ¿Lograron los niños devolver a la vida a sus padres? ¿Es acaso real lo que se está contando, en qué mundo retorcido se conceden estos macabros regalos de cumpleaños?

Pero llegado el último tercio del relato estas cuestiones van haciéndose cada vez más irrelevantes a medida que el relato va virando en dirección a narrar el pequeño mundo de estos dos niños, sus dudas, sus odios y sus ambiciones. El autor poco a poco nos ha cambiado de tema y ha preferido dejar a la imaginación del lector la resolución de estos interrogantes para centrarse en lo único importante para los personajes en ese momento: sus conflictos y cómo éstos han llegado a costarle la vida a sus padres.

Una de las cosas que he notado mucho en esta Arena es el empecinamiento de algunos por buscar información que es irrelevante para lo que se está contando en el texto y es precisamente lo que Deke remarca aquí. ¿De verdad se necesita saber cuanto tiempo ha pasado entre los hechos hasta el tiempo de la narración y si se resucitó a sus padres? ¿Necesita explicar "¿Y cómo va a dormir?" el tipo de hospital en el que está para ganar verosimilitud? ¿Por qué no se le exige a "En mi cárcel transparente" saber más cosas sobre su captor? Es un personaje que está ahí en segundísimo plano y del cual se sabe poquísimas cosas, ¿no?. Pues porque no hace falta, no es necesario para el tema que el texto está tratando.

Ojo, que no digo que nunca se omita información que al final sí que pueda perjudicar de algún modo al relato porque le falte un trasfondo o base tras la que sustentarse, pero en mi opinión, muchas veces (de las críticas que he leído) no es así.



RED ZERSTEIMGETMER

"Suche gut gebauten Achtzehn bis Dreissigjährigen zum Schlachten. Der Metzgermeister"

Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.

Khram Cuervo Errante

Acostúmbrate. Hay gente que necesita que se lo expliquen todo, todo.

Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.

Deke

Yo quiero saber de dónde venían los osos polares.

z666

si el autor qiuere que entendamos e ltema que está tratando tiene que hacer unos personajes creibles, coherentes (no digo realistas). ¿cómo voy a empatizar con los conflictos de esos dos niños si poco mas y no parece que tengan reacciones humanas? no puedo comprenderlos ni entenderlos tal como está escrito el relato, por eso pido mas informacion.
excepto por las reflexiones finales (cdo dicen que necesitarán pasta para ir tirando, qué tierno) se comportan como si se les hubiese muerto el hamster.

Deke

z666, creo que me será imposible exponer argumentadamente por qué discrepo contigo porque aprovecharás para acusarme de "hablar como autor" por muy imparcial que sea, pero ¿tú te has leído el mismo relato que yo?

NuBer3n

Es una fábula, las cosas no tiene que ser exactamente como serían. Justo en ese comportamiento de los niños ante sus difuntos padres esta la gracia del relato. Cualquier niño gritaria, lloraria y luego moriria de inanicion. Estos los entierran y se ponen a plantear como van a ser sus vidas desde ahora...
En cuanto a explicar mas... no es necesario, no lo veo necesario para la idea o la fábula o cuento que quiere transmitir.

Der Metzgermeister

Cita de: z666 en 26 de Octubre de 2011, 14:51
si el autor qiuere que entendamos e ltema que está tratando tiene que hacer unos personajes creibles, coherentes (no digo realistas). ¿cómo voy a empatizar con los conflictos de esos dos niños si poco mas y no parece que tengan reacciones humanas? no puedo comprenderlos ni entenderlos tal como está escrito el relato, por eso pido mas informacion.
excepto por las reflexiones finales (cdo dicen que necesitarán pasta para ir tirando, qué tierno) se comportan como si se les hubiese muerto el hamster.

Entonces el problema es del autor al querer transmitir sensaciones por parte de sus personajes. Esso es falta de coherencia en la creación de la personalidad de los personajes, como bien dices, por lo que tal y como lo enfoca el autor, tu solución para suplir esa carencia no es la adecuada, me temo.



RED ZERSTEIMGETMER

"Suche gut gebauten Achtzehn bis Dreissigjährigen zum Schlachten. Der Metzgermeister"

Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.

z666

Citarz666, creo que me será imposible exponer argumentadamente por qué discrepo contigo porque aprovecharás para acusarme de "hablar como autor" por muy imparcial que sea
la critica que hiciste estuvo bien llevada, no veo por qué no ibas a seguir argumentando como un lector cualquiera.

CitarJusto en ese comportamiento de los niños ante sus difuntos padres esta la gracia del relato.
si fuese solo eso el autor usaria otro argumento en el que los padres no muriesen por culpa del deseo de uno de los hijos. ese detalle es demasiado importante como para que la gracia del relato esté (unicamente) en la forma en que se comportan después.

Citartu solución para suplir esa carencia no es la adecuada, me temo.
si aceptase esto tendria que pensar entonces que el relato está mal planteado (para mi gusto).

y por cierto, no veo mucho realismo magico en el relato.

Deke

Cita de: z666 en 26 de Octubre de 2011, 15:18la critica que hiciste estuvo bien llevada, no veo por qué no ibas a seguir argumentando como un lector cualquiera.

De acuerdo.

Voy a hacer lo más imparcial y objetivo que se puede hacer con un análisis.

Pido disculpas si a alguien le parece que me voy a poner tajante, sabéis que mi estilo de crítica es mucho más teórico y discursivo, pero en este CRAC mi condición excepcional de autor descubierto está haciendo que se me reproche "hablar como autor" cada vez que argumento cualquier cosa. Así que voy a hacer una versión hardcore de las críticas que suele hacer z666:

Cita de: Calabria en 08 de Octubre de 2011, 21:28
Fábula de las diez velas

—¡NO- SÉ-!—te pusiste a chillar, y cogiste esta silla y la lanzaste contra el suelo porque ya no podías llorar más fuerte ni gritar más alto.—ME METISTEIS PRISA, YO ESTABA ENFADADO, ¡YO QUÉ SÉ-! ¡NO- ME GRITES- MÁS-!

Fue la primera vez que te escuché gritar como un mayor, como se gritaban Papá y Mamá: alargando las vocales. Me recordó a cuando ellos perdían los nervios y me asusté.
Yo sabía que tú en realidad no estabas enfadado conmigo sino muy triste. Era una tontería que siguiésemos discutiendo; lo que teníamos que hacer era ayudarnos.


—¿Y tú cómo estás tan seguro de que ha sido por ti?—te dije.—¿No ha podido ser que haya pasado otra cosa?
—No.—tú lo tenías clarísimo.—He sido yo. Hay cosas que se sienten. Ahora mismo me siento como siempre que hago algo malo, y ya me empecé a sentir así anoche, lo que pasó es que no le di importancia. Además, sería mucha coincidencia que hubiese sucedido algo precisamente esta noche sin tener yo nada que ver.

Yo también intuía que no debía haber sido otro más que tú. Eso es lo que más me dolía. Estaba furioso, tenía ganas de meterte otro guantazo, de gritarte que te merecías estar muerto tú y no ellos. Pero intenté tranquilizarme porque llevábamos ya dos horas de bronca y te aprecio demasiado para enfadarme tanto contigo. Yo aún era incapaz de perdonarte, pero no tenía ganas de seguir reprendiéndote. Si hubieses sido cualquier otro, la cosa habría sido muy diferente.

—...Lo siento, nano...—te disculpaste por enésima vez, con lágrimas en los ojos. No fui capaz de mirarte a la cara.—No tenía ni idea de que esto iba a pasar, me siento fatal. Si lo hubiese sabido...Vosotros no lo sabíais, ¿no?
—...—dijese lo que dijese, no te iba a hacer sentir mejor.
—¿¡LO SABÍAIS!? ¿¡PERO LOS MAYORES SOIS TONTOS!? ¿¡POR QUÉ NO ME DIJISTEIS NADA!?
—Para que fuese una sorpresa.
—¡¿Y si llego a haber pedido algo peor?!
—Mario, ¿TE PARECE QUE PODRÍAS HABER PEDIDO ALGO PEOR QUE ESTO?

Me ibas a contestar, pero no te salieron más que insultos. Te tiraste en aquel sillón —porque antes lo teníamos en esta parte del salón— y te quedaste llorando mirando los dos cadáveres, contemplando lo que habías hecho.
Parecían haber muerto plácidamente. Tenían una expresión tranquila en la cara, y ninguna herida sangrante por ningún lado—definitivamente había sido algo interno. Pero natural no, desde luego. No eran tan viejos.

—...Deberíamos enterrarlos.—traté de ignorar tus sollozos. Soy el mayor, soy el que tengo que pensar de forma más práctica.
—¿¡PERO TÚ ESTÁS SEGURO DE QUE NO SE VAN A DESPERTAR!?
—En este mundo pueden pasar muchas cosas, pero no es normal que alguien se despierte cuando ya se le ha parado el corazón.
—¡AH, Y ES MÁS NORMAL QUE SE MUERAN PORQUE SÍ!
—...—tenías razón otra vez.—Eso es diferente, Mario...
—¡¿Qué tiene de diferente?! Mira, ¡ya sé! ¡YA SÉ!—los ojillos te brillaban con ilusión. Te sirvió al menos para por fin tranquilizarte y dejar de llorar.—¡EL AÑO QUE VIENE PUEDO PEDIR QUE VUELVAN! ¡Los dejamos guardados por ahí, aguantamos hasta dentro de un año, y entonces pido que revivan!

No quería reventarte la ilusión, más que nada porque cabía la posibilidad de que pudieses tener razón. Sería lo justo con lo mal que había salido el de este año. No perdíamos nada por intentarlo.
Ya habíamos llorado bastante, y aunque todavía nos faltaban muchas semanas por llorar a ti y a mí también teníamos que empezar a pensar en lo que íbamos a hacer a continuación, aunque costase.


—...Vale. Pero deberíamos enterrarlos de todas formas porque van a empezar a oler muy mal y nos vamos a sentir muy mal cada vez que estemos en el salón. Es lo que se hace con los muertos para guardarles respeto. Y el año que viene los sacamos y tú pides que se despierten, a ver si funciona.
—Venga.—se veía que estabas menos desesperado, tenías una posibilidad a la que agarrarte y te ibas a aferrar a ella hasta el final. Yo era más escéptico, pero no quería hacerte sentir aún peor.

Me levanté del sofá, con ganas de empezar ya para acabar cuanto antes. Sólo cuando me vi en la situación de hacerlo me di cuenta de que no tenía ni idea de cómo se hacía. No lo había visto más que en las películas.

—¿...Y como se hace?—me preguntaste.
—Pues no sé. Haz una cosa, ponte tú a cavar un hoyo grande y yo voy a ver si los consigo arrastrar, que tengo más fuerza.
—¿Dónde está la pala?
—Ni idea. Papá es el que sabía eso.
—¿Entonces cómo quieres que lo haga?
—Yo que sé. Ponte a buscar, en algún sitio estará.

Tuve que mover una mesa de madera que antes teníamos aquí para poder arrastrar a Papá y Mamá hasta la puerta. Su piel estaba muy fría, y empezaban a oler raro. Me dio muchísimo asco.
Pesaban mucho más de lo que yo me esperaba. Yo siempre había pensado que la gente cuando muere se queda vacía por dentro y se convierten como en muñecos. Me daban mucha cosa al principio los maniquíes por eso.
No quería seguir frotándolos contra el suelo por si se hacían sangre o se rompían algo. Los malsubí a un carrito plano con el que jugábamos por aquel entonces, uno de color rojo. Me costó muchísimo decidir a quién iba a llevar primero y a quién iba a llevar después porque no quería dejar a ninguno solo.

—¡Ya tengo la pala!

Al final preferí empezar por Papá porque Mamá estaba bocarriba y se me hacía más difícil. Era muy complicado porque se resbalaban del carrito todo el tiempo. Para cuando los llevé a los dos tú ya tenías un hoyo muy grande hecho.

—Está bien.—te dije.—Pero mejor que tan ancho tendría que haber sido más profundo, porque así van a estar casi a ras de suelo.
—Ya, ya.—te inventaste rápidamente algo para justificarte, aunque yo sabía que en realidad no lo habías pensado. Tú tenías tan poca idea de esto como yo.—Es para que no tengamos que cavar mucho cuando vayamos a sacarlos. Además, ¿y si se pierden?
—Bueno, vale. Pues los ponemos los dos ahí. ¿Me ayudas?
—No soy tan valiente como tú. A mí me da mucha grima.
—¡¿No puedes ni empujar?!—me cabreaba estar yo ahí sacándote las castañas del fuego cuando yo no había tenido que ver con todos estos problemas, que eran cosa tuya.
—¡Que me da cosa!
—¡Mira que eres niño chico! ¡Pues esto lo has hecho tú!
—¡CLARO QUE SOY UN NIÑO CHICO, TONTO! ¡SIEMPRE VOY A SER MÁS NIÑO CHICO QUE TÚ!
—¡PUES YO NO VOY A ESTAR AQUÍ SIEMPRE PARA CUIDAR DE TI! ¡NO ME DA LA GANA!
—¿¡Y QUIÉN VA A HACERLO AHORA SI NO!?

Tenías razón otra vez. Qué listo eras, incluso a esa edad.



Las ramas con las que marcamos el sitio las encontramos por allí tiradas. Yo habría preferido pintar el suelo porque era más disimulado, pero si llovía o pisábamos mucho por encima se podía haber desgastado.
Tuvimos que coger tierra de otros sitios para tapar bien el agujero, lo aplanamos un poquito y entramos a la cocina a desayunar. Te puse unas tostadas con algo y una taza de leche calentita. Estaba nervioso y se me derramó un poco sobre la mesa.
No tenías fuerzas ni para burlarte de mí.

—Julio...¿Qué va a pasar a partir de ahora?-me preguntaste, con la cabeza gacha.
—¿Cómo que qué va a pasar?
—¿Qué vamos a hacer? ¿Quién va a hacer la comida? ¿Quién nos va a llevar al cole?
—Pues...—yo ya llevaba un tiempo pensando en eso sin encontrarle respuesta.—Vamos a tener que andar mucho. El número de la tarjeta de Mamá yo me lo sé, eso se va renovando una vez al mes por sí solo, podemos ir a sacar dinero y pedir que traigan comida a casa.
—¿Tú no sabes cocinar nada?
—Pizzas al microondas. Eso es todo igual en realidad, es meterlo y darle al botón solamente. Te puedo enseñar.

Asentiste con la cabeza. Todo lo que fuese ser más independiente siempre te había parecido bien.

—¿Por qué lo hiciste, Mario? ¿Por qué deseaste que se muriesen?
—...
—Contesta, Mario.—me puse más serio.
—...No sabía que iba a pasar de verdad.
—Eso ya lo sé. Pero ¿cómo pudiste enfadarte tanto con ellos?
—Yo llevaba mucho tiempo pidiéndoles ese juego para la consola. Ellos lo sabían porque me habían escuchado. Llevábamos toda la semana mal, mi cumpleaños es solo una vez al año, ¿y ni en mi cumpleaños podían hacerme caso?
—Pero es que ese juego era muy caro, Mario.
—Ya lo sé. Si no era tanto por el juego. Era porque durante el resto de la semana habíamos estado muy enfadados, y exploté.


Me acabé mi tostada en un momento. Estaba muerto de hambre, entre el vértigo emocional y el cansancio físico.

—¿Y por qué discutisteis tanto?—te pregunté.
—Porque yo quería que mi fiesta de cumpleaños fuese como la tuya. Yo quería también estar en la piscina y que nos dejasen estar por la noche hasta tarde. No es justo que a ti te dejasen y a mí no.
—Pero es que eres más pequeño.
—¡Yo también podía tener cuidado! Ellos saben que yo puedo tener mucho cuidado, cuando me piden algo siempre lo cumplo, no como tú. Pero a ti te querían más.
—Mario...—me sentí muy mal de saber que pensabas eso.
—Es que es verdad, Julio. Pedí que se muriesen porque estaba harto de que siempre te tratasen mejor a ti.
—Entonces menos mal que no deseaste que me muriese yo.

Te quedaste callado un buen rato. Supongo que se te pasó por la cabeza en el momento de soplar las velas.


—¿Cómo sabías que se iba a cumplir el deseo?—me preguntaste.
—Cuando vas a cumplir diez años, el deseo siempre se cumple. Lo sabemos todos los mayores.
—¿Y eso por qué?
—Porque empiezas con dos números.
—¿Eso pasará también cuando cumples cien?
—Nunca he conocido a nadie que tuviese cien.—Yo también me lo había preguntado muchas veces, pero por aquel entonces todavía no conocíamos a gente tan anciana.—A lo mejor.
—¿Qué deseaste tú cuando cumpliste diez años?
—Que nos comprasen la consola que tú querías.

Por primera vez en toda la mañana, fuiste capaz de sonreír.


—Soy muy malo, nano.—murmuraste, más para ti que para mí.

Tenías la boca manchada de mantequilla. Ni siquiera te habías dado cuenta con lo concentrado que estabas en tus cosas. Cogí una servilleta y te la pasé para limpiarte.

—No lo eres. Todos nos enfadamos a veces.
—En realidad a mí es que me gustaría ser como tú. Tú siempre tienes todo lo que quieres. Por eso te tengo tanta envidia.
—Pues para nada. A mí sí que me gustaría ser como tú.—te reconocí.
—¿Por qué?
—Porque ser mayor no está tan bien para algunas cosas.
—¿Como tener que cuidar de mí?


Me hizo gracia que me contestases eso tan rápido. El teléfono estaba sonando, seguramente del trabajo de Mamá para preguntar dónde estaba. Me esperaba una larga mañana de dar explicaciones a todo el mundo, recoger la ropa de la lavadora, hablar con el colegio y con la policía y recoger la tarta y los adornos del cumpleaños de anoche. Y tú pensando que lo que me molestaba era estar contigo.

—No. Eso lo hago encantado.

Las secciones resaltadas en negrita comprenden los fragmentos que, por su contenido semántico, hacen referencia directa a sentimientos y aspectos de la personalidad de los protagonistas. Comprenden 769 palabras en un relato de 1791 palabras de extensión.
Eso supone un 42'94% de su extensión. Por lo tanto, aproximadamente 4 de cada 10 palabras están destinadas a construir el carácter de los personajes.

Una vez conocidos estos datos, invito a la relectura del siguiente análisis:

Cita de: z666 en 26 de Octubre de 2011, 14:51¿cómo voy a empatizar con los conflictos de esos dos niños si poco mas y no parece que tengan reacciones humanas? no puedo comprenderlos ni entenderlos tal como está escrito el relato, por eso pido mas informacion.

Este análisis sugiere que la acción y la ambientación poseen una predominancia excesiva en comparación con el desarrollo de personajes. La ambigüedad de su redacción no deja claro si critica:
1. Poco énfasis por parte del autor en las cuestiones emocionales.
2. Elipsis del pánico inicial de los dos niños.

En el caso 1., se trata de una crítica comprensible teniendo en cuenta que el formato del relato es en gran parte conversacional. El desarrollo de los personajes está más reflejado en sus acciones que en sus monólogos interiores, que son menos frecuentes.
Dejando de lado la evaluación cualitativa de las palabras empleadas para el desarrollo de los personajes, que yo no haré y ya han hecho los demás jueces, la "falta de humanidad" que este análisis reprocha parece basada en una medición muy inferior al 42% de volumen de texto que hemos apreciado más arriba.
No obstante, los estudios pedagógicos actualmente vigentes consideran que la comprensión lectora de un niño ya es capaz de asociar las referencias no discursivas, como "Bruno lanzó una silla" en lugar de "Bruno era una persona violenta", a partir de los 6 años.

En el caso 2. -la elipsis del ataque de pánico inicial-, una lectura atenta de la primera frase apunta, según los criterios académicos actualmente vigentes, a que el relato hace uso del in medias res (en mitad de las cosas), una técnica narrativa consistente en la omisión del principio cronológico de la historia en favor del ritmo narrativo. Es frecuentemente utilizada para ordenar la información mediante un criterio de relevancia y no temporal.
Que algunos análisis sugieran que el relato presenta a unos niños que no han sufrido un ataque de pánico inicial debe responder a una interpretación bastante libre de las siguientes secciones:
Cita de: Calabria en 08 de Octubre de 2011, 21:28cogiste esta silla y la lanzaste contra el suelo porque ya no podías llorar más fuerte ni gritar más alto.
Cita de: Calabria en 08 de Octubre de 2011, 21:28Yo sabía que tú en realidad no estabas enfadado conmigo sino muy triste. Era una tontería que siguiésemos discutiendo; lo que teníamos que hacer era ayudarnos.
Cita de: Calabria en 08 de Octubre de 2011, 21:28Estaba furioso, tenía ganas de meterte otro guantazo, de gritarte que te merecías estar muerto tú y no ellos. Pero intenté tranquilizarme porque llevábamos ya dos horas de bronca y te aprecio demasiado para enfadarme tanto contigo. Yo aún era incapaz de perdonarte, pero no tenía ganas de seguir reprendiéndote.
Cita de: Calabria en 08 de Octubre de 2011, 21:28Ya habíamos llorado bastante, y aunque todavía nos faltaban muchas semanas por llorar a ti y a mí también teníamos que empezar a pensar en lo que íbamos a hacer a continuación, aunque costase.

Llegados a este punto concluimos que el análisis al que se nos ha solicitado contestar parece basarse en pocos o ningún criterio objetivo; dicho en un lenguaje más coloquial, que ha analizado el texto como le ha dado la gana.

Khram Cuervo Errante


Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.