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Inversiones: esquemas Ponzi, buy high sell low, el timo del value, etc

Iniciado por Memnoch, 16 de Junio de 2025, 19:30

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Bill

El resumen al final es "mentalidad de tiburón, cantidad de dinero a invertir de pez payaso"

YoYo

Yo le he pedido a chatgpt que haga un tochopost a partir del resumen del resumen:



¿Qué hacer con tus ahorros en tiempos de inflación? Una mirada práctica (y crítica)
Por un ciudadano cualquiera, 35 años, observador del presente y preocupado por el futuro

Vivimos tiempos complejos. La inflación, esa palabra que hasta hace poco nos sonaba a historia de los años 80, ha vuelto con fuerza al vocabulario cotidiano. La cesta de la compra sube. La luz sube. El alquiler sube. Y, sin embargo, tus ahorros en el banco... no suben. Al contrario, cada día que pasa valen un poco menos. Lo ves, lo sientes, pero quizá no sabes muy bien por qué. Y menos aún qué hacer al respecto.

La buena noticia es que hay alternativas. No fáciles, no milagrosas, pero sí reales. La mala es que, si no haces nada, también estás tomando una decisión: una que tiene riesgos. Porque no invertir también es arriesgado, aunque a veces parezca lo más prudente.
Mi intención con este artículo no es venderte fórmulas mágicas ni jugar al gurú financiero. Tampoco adoctrinarte. Solo quiero compartir algunas ideas prácticas —basadas en la realidad económica actual— sobre cómo ahorrar e invertir puede ayudarte a protegerte de la inflación, incluso si nunca has oído hablar de acciones, bonos o fondos indexados.
Todo desde el punto de vista de alguien que, aunque más conservador que la media, cree en el diálogo, en la responsabilidad individual... y también en señalar las cosas que no están funcionando.

La inflación: el ladrón silencioso
Primero, aclaremos qué es la inflación. En términos sencillos: es el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios. Cuando hay inflación, el dinero pierde poder adquisitivo. Con 100 euros hoy compras menos que hace un año. Si la inflación es del 3%, y dejas tu dinero debajo del colchón o en una cuenta sin intereses, dentro de un año podrás comprar un 3% menos con la misma cantidad.

En España, la inflación ha vuelto a cifras que no veíamos en décadas. Aunque ha bajado desde los picos de 2022, sigue siendo un fenómeno persistente, con raíces complejas: políticas monetarias expansivas, problemas en las cadenas de suministro, subida de precios energéticos, y también una cierta cultura del gasto sin control por parte del Estado.
Y aquí viene la primera crítica: cuando la inflación es alta y el Estado sigue gastando como si nada, los ciudadanos de a pie acaban pagando la factura. A través del encarecimiento del día a día, pero también porque sus ahorros se erosionan en silencio.

¿Ahorrar es suficiente?
Durante décadas, a muchos nos educaron en la idea de que ahorrar era una virtud en sí misma. Y lo es. Pero hoy, ahorrar sin más ya no es suficiente. Meter el dinero en una cuenta corriente o un depósito al 0,5% de interés mientras la inflación ronda el 3% o 4% es, en la práctica, perder dinero. Mucho dinero a largo plazo.

Por ejemplo, si tienes 10.000 euros y la inflación anual es del 4%, en 10 años ese dinero valdrá solo 6.755 euros en términos reales. No porque te lo hayan robado —al menos no directamente—, sino porque los precios habrán subido un 48% y tus ahorros no.

Entonces, ¿qué hacer? Aquí es donde entra la educación financiera, algo que, reconozcámoslo, brilla por su ausencia en España. En el colegio te enseñan a hacer raíces cuadradas (¿quién usa eso?), pero no a manejar un presupuesto, entender qué es un interés compuesto, ni qué opciones tienes para invertir tu dinero de forma responsable.

Invertir no es solo para ricos o especuladores
Hay una idea muy extendida, sobre todo en entornos de izquierda, de que invertir es cosa de ricos, de tiburones financieros o de gente que quiere aprovecharse del sistema. Yo mismo compartí esa visión en mi juventud, y entiendo de dónde viene: de una desconfianza hacia el capitalismo de casino, hacia la banca, hacia el desmantelamiento del Estado del bienestar. Y no es una desconfianza injustificada.

Pero invertir no tiene por qué significar jugar en bolsa, especular con criptomonedas o forrarte a costa del prójimo. Invertir, en su forma más sencilla, es poner a trabajar tu dinero para que no pierda valor. Es buscar una rentabilidad razonable, a largo plazo, que te permita no depender completamente del Estado o del sistema de pensiones —que, siendo sinceros, cada vez genera más incertidumbre.

No se trata de volverse rico. Se trata de proteger lo que ya tienes.

Los riesgos de no hacer nada
Uno de los mayores errores que cometemos es pensar que no hacer nada es lo más seguro. Pero en economía eso no suele ser cierto.

Hay un riesgo enorme en dejar el dinero estancado en el banco: el riesgo de inflación. Hay otro riesgo en depender exclusivamente del sistema de pensiones público, que ya muestra señales de agotamiento. ¿De verdad confiamos en que dentro de 30 años el Estado nos mantendrá con dignidad, cuando ahora mismo hay déficit estructural y una deuda pública del 110% del PIB?

No invertir no es neutral: es una forma de asumir pérdidas sin saberlo.

¿Por dónde empezar?
Vamos al grano. Si eres una persona sin conocimientos financieros, pero con algo de ahorro (da igual si son 500, 5.000 o 50.000 euros), puedes empezar por lo básico. Y lo primero es formarte un poco. Solo un poco. Lo suficiente para no caer en trampas, ni dejarte llevar por modas o promesas de rentabilidad garantizada.

Algunas ideas básicas para principiantes:

1. Fondo de emergencia
Antes de invertir, ten un colchón de seguridad. Tres a seis meses de gastos básicos en una cuenta disponible. Esto te permite dormir tranquilo si pierdes el empleo, tienes una avería o una urgencia médica.

2. No pongas todos los huevos en la misma cesta
Diversifica. No inviertas todo en un solo sitio. Hay opciones de bajo riesgo como los bonos del Estado, fondos de inversión diversificados, o incluso cuentas remuneradas que ofrecen algo más que los bancos tradicionales.

3. Piensa en el largo plazo
El mercado sube y baja, pero a largo plazo, invertir con sensatez suele batir a la inflación. El ejemplo clásico: un fondo indexado al S&P 500 (una especie de "cesta" que reúne a las 500 mayores empresas de EE.UU.) ha rendido históricamente un 7% anual, descontando inflación.

4. Cuidado con las promesas
Si alguien te promete "rentabilidades del 10% aseguradas", huye. No existen las garantías en inversión, y todo tiene un riesgo. Pero hay formas de controlar ese riesgo. Y eso, otra vez, se aprende.

5. Considera la vivienda, pero con cautela
En España se ha idolatrado la vivienda como inversión. Tiene sentido cultural e histórico. Pero también tiene riesgos: falta de liquidez, costes ocultos, y una fiscalidad que cada vez aprieta más. No pongas todas tus esperanzas en ladrillo, sobre todo si necesitas liquidez o diversificación.

¿Y el Estado? ¿No debería protegernos?
Por supuesto. Un Estado fuerte debe garantizar una red de seguridad para todos. Pero también hay que decirlo claro: el Estado no puede ni debe ser la única solución. En un contexto de envejecimiento poblacional, deuda creciente y gasto insostenible, confiar ciegamente en el sistema de pensiones o en las ayudas públicas puede ser ingenuo.

Aquí va otro apunte crítico: la izquierda, con toda su buena intención, a veces ha fomentado una cultura de dependencia que desincentiva el esfuerzo por la autonomía financiera. Y la derecha, por su parte, ha dejado el terreno libre para que los bancos y fondos hagan negocio sin suficiente supervisión. Ni una ni otra han apostado seriamente por una educación financiera popular, accesible y despolitizada.

La responsabilidad, como tantas veces, acaba recayendo en el ciudadano.

La democratización de la inversión
Una de las buenas noticias de los últimos años es que invertir se ha vuelto más accesible. Hoy existen plataformas que permiten invertir desde 50 euros al mes en fondos indexados globales, sin comisiones abusivas, con total transparencia.

No hace falta ser experto, ni millonario, ni tener contactos en Wall Street. Solo hace falta informarse un poco y actuar con prudencia. La inversión ya no es coto de las élites. La tecnología, bien usada, puede ser una gran herramienta para el pequeño ahorrador.

Y sí, siempre habrá riesgos. Pero el mayor riesgo es quedarse parado mientras todo cambia.

Un futuro que se construye hoy
Sé que hablar de dinero incomoda. En ciertos sectores se asocia a egoísmo, codicia o capitalismo salvaje. Pero no tiene por qué ser así. Cuidar de tus finanzas no es incompatible con la solidaridad, la ética o el compromiso social. Al contrario: una persona financieramente estable puede contribuir más, ayudar más, crear más.

No propongo que todos se conviertan en inversores. Solo que no se resignen. Que no acepten que sus ahorros pierdan valor año tras año sin hacer nada. Que entiendan que, con un poco de formación, se puede invertir con sensatez, protegerse de la inflación, y ganar algo de libertad.

No esperes que el Estado lo haga por ti. No esperes a que todo cambie para empezar. No compres miedo. Compra conocimiento.

Porque, como decía Benjamin Franklin, "una inversión en conocimiento paga el mejor interés".
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Drobjank

Ahora pídele que haga una explicación aún más extensa de este texto.  :lol:

Paradox

Y que lo explique como si fuera una granja de cuidado de pokémons!
I am not under any orders to make the world a better place.

Drobjank


YoYo

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Orestes


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Drobjank


Mr Winters

#208
Igual lo que tenéis que hacer es invertir en la industria del ladrillo

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