No Way Back - Archivo

[ayrendor]

Puedes apreciar la nada ante ti. Allí no hay esperanza, solo desolación y desamparo tomando la forma de arena.

[Rayd]

La tormenta te ha cercado. La tensión en el aire precede a la furia de aquel vendaval que no desaparecerá sin haberse cobrado un precio. ¿Capear el temporal o afrontar la nada?

Nunca has sido de las que se rinden...

[ayrendor]

Es evidente que la situación supera cualquier worst case scenario que pudieras haber ideado. A tu espalda, una caída mortal hacia las ardientes arenas. Frente a ti, la Tormenta dispuesta a cobrarse el precio de conocer aquello vedado.

[Rayd]

Las dudas te asaltan por primera vez desde que tomaste la decisión que inició tu descenso al abismo. ¿Por que desoíste los consejos de tu padre? ¿Cómo has tardado tanto en comprender que el tablero en el que jugabas solo eras una pieza? ¿Donde estaban ahora aquellos que se llenaban la boca con discursos sobre la opresión y la justicia?

[ayrendor]

No allí, peleando a tu lado como habían prometido. No rodeados por aquellos dispuestos a silenciarte. Pero ya todo eso es superfluo. Es hora de demostrar que no pueden acobardarte. No van a relegarte al pie de página de la historia. No más huir. No más esconderse. No más andar en las sombras oculta detrás de aquellos con ínfulas de fama. Ya no hay vueltas atrás.

[Rayd]

A partir de ahora tú serás el faro que ilumine el camino a una nueva era. Incandescente, incorruptible e inextinguible. Es hora de la revolución.

[ayrendor]

¿Quieren un trozo de ti? Que vengan a por él. Ellos serán las brasas que alimenten tu luz. Que sirvan de ejemplo para aquellos que traten de oponerse al conocimiento.

Quien juega con fuego, acaba quemándose.

[Rayd]

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[ayrendor]

Érase una vez un lugar envuelto en una niebla perpetua. Pero, ¿es acaso esta la forma más correcta para narrar lo que nuestros sentidos perciben? ¿Es esto una fabula, un sueño o algo real?

Si esto fuera una fabula, un cuento infantil con una moraleja para enseñar a los niños revoltosos, nadie podría asegurarnos que estuviéramos hablando de algo que alguna vez ha sucedido. A estas alturas, nadie se puede imaginar una carrera entre una liebre y una tortuga observadas por el resto de los habitantes del bosque. La tortuga se asustaría y se refugiaría en su caparazón. La liebre se dedicara a correr, si, pero en busca de una hembra para procrear, lo cual es posiblemente su afición favorita. Por tanto, podemos descartar rotundamente que si esto es una fabula pudiéramos emplear un término como "érase una vez".

En cambio, si fuera un sueño el problema sería otro. ¿Quién podría ubicarlo temporalmente? Es bien sabido que Oneiros, y en menor medida cada una de sus creaciones, es el único ser capaz de manipular los modelables sueños a su voluntad. Sin embargo, la sensación de ausencia de peso y la dificultad para controlar tus movimientos, hacen que este lugar parezca una de las más perfectas creaciones del Eterno rey de los sueños.

En último lugar, pero no por ello menos importante, ¿nos estamos enfrentando a la realidad? ¿Es este lugar frio un paraje palpable? Puedes sentir el aire moviendo los girones de niebla como si se tratase de algodón, la luz penetrando por el espeso manto blanco y las gotas acumuladas por la humedad en las hojas de los arboles. Pero esta teoría no está exenta de problemas, ¿cómo puedes saber que lo que ves, sientes y percibes ha ocurrido ya?

[Rayd]

¿Puedes sentir el agua? No es como lo recordabas, eso es cierto, pero sabes que en el fondo puedes reconocer el líquido. Esta por todas partes, en cada partícula de aire y girón de niebla que te rodea. Húmeda, transparente y fría. Recorriendo cada poro de tu cuerpo, aunque no estás muy segura de tener uno en estos momentos. Y quema. Vaya que si quema, aquello parecen chispas golpeando todo tu ser. Prendiendo las mechas que son tus nervios e iniciando un fuego que te convierte en un foco viviente. ¿Un foco? Que idea más absurda, más bien eres un faro. No sabes porque esa idea ahoga a la anterior en tu mente, pero estas segura de estar en lo cierto. Eres un faro en un proceso de movimiento imparable hacia tu posición predestinada.